Las primeras noticias del lugar que nos han llegado datan del siglo X, cuando Fortuño de Sasave, obispo de Aragón, se vio implicado en varios litigios para recuperar unas tierras en la zona, que habían sido de su familia.

El 24 de septiembre de 1034, Oriol, rector de Guasillo, donó la iglesia, unas tierras y viñas que tenía en este lugar, así como otros bienes, en el monasterio de San Juan de la Peña. Un escudo situado sobre la puerta de entrada, nos indica la dependencia de este templo respecto al cenobio.

El edificio actual se construyó entre los siglos XVIII y XIX, pero conserva la torre campanario del siglo XI.

Tiene planta rectangular. En el piso superior se abren dos grandes ventanales de medio punto, que servían para alojar las campanas.

En una altura intermedia, encontramos el elemento más interesante: una ventana geminada con dos arcos de herradura